martes, 14 de diciembre de 2010

Contra Mario Vargas Llosa

(...) La ocasión le dio pie al escritor peruano para volver a rumiar sus ocurrencias –pues no se trata de ideas, en el sentido epistemológico estricto de la palabra- sobre la democracia y la libertad; y a los lectores les permitió asombrarse una vez más ante la elementalísima rusticidad de sus razonamientos sobre la materia.

No es la primera vez que un notable escritor demuestra una radical ineptitud para comprender los problemas políticos de su tiempo. O que, si los comprende, adopta un punto de vista francamente reaccionario por razones que sólo un psicoanalista –o, en ciertos casos, un banquero- podrían explicar. El caso de Louis Ferdinand Céline, uno de los más grandes escritores franceses del siglo veinte es de los más destacados: apologista de los nazis, activo colaborador del régimen de Vichy, aparte de sus memorables novelas Celine escribió, en 1937, un violentísimo panfleto anti-semita titulado Bagatelas para una masacre en donde hacía una fervorosa –y oportuna, para Hitler- exhortación para exterminar a los judíos. Otro caso similar es el de George Orwell, un socialista radical que se jugó la vida como miliciano republicano en la Guerra Civil española y fue autor de numerosas obras, entre ellas Rebelión en la Granja y 1984. Pese a ello, terminó penosamente sus días como un escritor a sueldo de la CIA en los años de la posguerra. Vargas Llosa es un caso muy parecido al del francés, no por su antisemitismo (que su incondicional sumisión a Washington le tiene absolutamente prohibido) sino porque su silencio ante los crímenes perpetrados por sus amos imperiales es tan estridente e infame como el panfleto de Celine. En momentos en que algunos medios norteamericanos revelan las matanzas a sangre fría de niños, ancianos y mujeres en dos aldeas iraquíes en Haditha e Ishaqui a manos de patrullas de marines, el celoso vestal de la democracia latinoamericana hace mutis por el foro y manifiesta, en cambio, su honda preocupación por la presencia de la izquierda “tradicional, autoritaria, antidemocrática, que es la izquierda de Fidel Castro, de su discípulo Hugo Chávez, del discípulo del discípulo que es Evo Morales.”

"Vargas Llosa y la democracia: breve historia de una relación infeliz"
Atilio A. Borón
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