sábado, 6 de noviembre de 2010

Textos: Dostoyevski

1.
El señor Shigaliov se consagra a su labor con entera seriedad y es, por añadidura, modesto en demasía. Yo conozco su libro. Él propone, como solución definitiva del problema, la visión de la humanidad en dos partes desiguales. Una décima parte recibe libertad personal y un derecho ilimitado sobre las nueve partes restantes. Estas últimas deberán perder toda su individualidad y convertirse en una especie de rebaño, y, mediante su absoluta sumisión, alcanzarán, tras una serie de regeneraciones, la inocencia original, algo así como en el Paraíso Terrenal. Tendrán, sin embargo, que trabajar. Las medidas propuestas por el autor para privar de voluntad a nueve décimas partes del género humano y convertirlo en un rebaño mediante la reeducación de generaciones enteras son muy dignas de nota, muy lógicas, y están basadas en datos tomados de la naturaleza.

2.
Lo que haría, si no supiera dónde poner a esas nueve décimas partes de la humanidad, sería volarlas con explosivos. Así sólo quedaría un puñado de gente educada que podría vivir feliz por los siglos de los siglos según principios científicos.

3.
En el mundo sólo hace falta una cosa: la obediencia. (...) Nosotros acabaremos con ese deseo; recurriremos a la embriaguez, la calumnia, la delación; recurriremos a la depravación más extremada; estrangularemos a todo ingenio en su infancia. Reduciremos todo a un común denominador: la igualdad completa. (...) Los esclavos necesitan quien los guíe. Obediencia completa, completa falta de individualidad. Pero una vez cada treinta años Shigaliov recurre a una sacudida: de pronto todos comienzan a devorarse unos a otros; bueno, hasta cierto punto, sólo para no aburrirse. El aburrimiento es un sentimiento aristocrático. En el sistema de Shigaliov no habrá deseos. El deseo y el sufrimiento se quedan para nosotros; para los esclavos basta con el sistema de Shigaliov.

4.
La estupidez, como el genio eximio, son de pareja utilidad en la configuración del destino humano...

Los demonios, F.M. Dostoyevski

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