martes, 6 de octubre de 2009

Sin título

todos
llegamos hasta
aquí
con una daga
reposada
silenciosa
que aguarda
su turno
nuestra noche

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Qué nos queda
tras talar un árbol
o arrasar un bosque?
Astillas.
Venganzas minúsculas.
Inesperadas.