tras el pavor - el arrebato
mi Yo inundado por un apagón
y ahora apenas quedan migajas
tan sólo unos despojos erráticos
infectados por la insidia
que jadean bocanadas de martirio
y sollozan por las esquinas
implorando al Moloch de sus días
lágrimas que caen como martillos
residuos centenarios - ulcerados
y ahora, tan cerca tan cerca...
tan cerca y tan lejos
más lejos que de ese dios inexistente
o de esas vacuas promesas de postales,
decolorados souvenirs del simulacro.
borramos todos los rastros: inicio
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