Ves en mi persona el abismo.
Y yo quiero darte, regalarte, mi totalidad;
pero la sombra de antiguos temores
te ahuyenta de mi abrazo.
Mis sueños: tú diluyéndote en el
infinito de la crueldad del azar;
yo, perdiéndote, corriendo a
contracorriente, gritando tu destino.
Ves en mi persona el abismo.
Gané la batalla a dios, a mi mismo,
pero no puedo dejar de perderte
de sentir el cansancio derrumbando el presente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario