No sé cómo enfrentarme
al silencio que dejas, a tu sombra ubicua.
Tu recuerdo no eres tú;
tu recuerdo soy yo en tu ausencia.
El paso del tiempo será
siempre más perfecto que Dios:
ondas, intensidades, escaladas de dolor.
Sueños y palabras,
lejos, junto a las nubes y la nada.
Tu recuerdo no eres tú,
eco distante, antigua luz.
Paz, amor.
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